- El histórico informe examina los impactos futuros del cambio climático en el rugby
- El informe destaca los impactos proyectados en el rugby en un mundo a +2°C
- El estudio tiene como objetivo crear conciencia en el ecosistema de rugby sobre los problemas futuros que amenazan al juego, capacitando a las partes interesadas para adoptar medidas de adaptación que salvaguarden su futuro
- El Presidente de World Rugby, Sir Bill Beaumont, se dirige a la familia global de rugby con una carta abierta que insta a "unirse para proteger la esencia de nuestro amado deporte"
- Se describen los impactos en diez naciones de rugby, utilizando evidencia científica disponible en informes del IPCC, insumos de expertos en clima y deporte, así como datos de las uniones miembro
- Los hallazgos pronostican un aumento en los días de calor extremo, intensidad y frecuencia de las sequías, fuertes lluvias e inundaciones repentinas, así como el aumento de los niveles de humedad entre los seis principales riesgos climáticos analizados con impacto directo e indirecto en la participación de rugby
- Paquete de recomendaciones prácticas para las partes interesadas del rugby ya alineadas con el Plan de Sostenibilidad Ambiental de World Rugby 2030
- Descarga el informe “Rugby and climate change”.
World Rugby publicó hoy un histórico informe que analiza los impactos proyectados del cambio climático en el rugby, en un esfuerzo por crear conciencia sobre el problema que ya está afectando el rugby en su conjunto.
Con el mundo calentándose y probablemente dirigiéndose hacia un aumento de 1.5 grados en las temperaturas promedio globales para 2026, el estudio demuestra que las consecuencias en la práctica del rugby y los ecosistemas son significativas y continuarán deteriorándose en las próximas décadas.
Las ondas de calor continuarán afectando el rendimiento del atleta y la salud del espectador. Las sequías afectarán con mayor frecuencia los campos de césped, mientras que las inundaciones y/o el aumento del nivel del mar afectarán cada vez más las infraestructuras.
Por lo tanto, World Rugby ha utilizado las proyecciones climáticas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), entrevistas con expertos y datos de diez de sus uniones miembros, para compilar el informe "Rugby and Climate Change", estudio que analiza seis principales riesgos climáticos que afectan, directa o indirectamente, al rugby, sus jugadores, espectadores, infraestructura y campos de juego para evaluar las implicaciones probables para el rugby.
Si bien varía de una región climática a la otra, las consecuencias proyectadas de un mundo con +2°C implican en general:
- Crecimiento en el número de días de calor extremo (temperaturas superiores a 35°C) por año en todas las naciones estudiadas con el 60% de ellas con diez o más días adicionales en los que no se puede jugar rugby.
- Aumento de la frecuencia e intensidad de las sequías en la mitad de las naciones estudiadas.
- Crecimiento tanto en la periodicidad como en la gravedad de las fuertes lluvias e inundaciones repentinas para el 80% de los países analizados.
- Uno de cada diez de los principales estadios analizados en todo el mundo estará expuestos a un riesgo anual de inundación.
- Un tercio de los estadios analizados (111 estadios) están en zonas de ciclones y enfrentarán crecimiento en la actividad de viento y ciclones.
- La mayoría de las regiones climáticas evaluadas experimentarán períodos de mayor humedad, a niveles que causarán sufrimiento adicional relacionado con el calor para atletas, oficiales y espectadores.
Yendo más allá, los autores también realizaron un análisis en profundidad de los impactos en diez países, representativos de la membresía de World Rugby: Argentina, Australia (anfitriones de las Rugby World Cups 2027 y 2029), Inglaterra (RWC 2025), Fiji, Francia, India, Japón, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Estados Unidos (sede de las Rugby World Cups 2031 y 2033). Para cada nación, las principales consecuencias se destacan por región climática con repercusiones proyectadas en un escenario de +2ºC y +3°C.
Este esfuerzo cae dentro del Plan de Sostenibilidad Ambiental 2030 de World Rugby y su cuarto pilar comprometido a promover la sostenibilidad en el rugby a través de la educación, la defensa y el intercambio de conocimientos.
El Presidente de World Rugby, Sir Bill Beaumont, dijo: “Este informe tiene como objetivo responder algunas de las preguntas claves sobre el cambio climático, extrapolando la evidencia científica disponible y los estudios avalados por pares, y aplicarlas en el contexto de la participación en el rugby. Es mi sincera esperanza que los hallazgos contenidos en este histórico estudio no solo generen conciencia dentro de nuestra familia de rugby, sino que también sirvan como catalizador para la acción colectiva en todos los niveles del juego; y que sus recomendaciones inspiren iniciativas que fomenten las prácticas sostenibles, la mitigación, la adaptación y la resistencia dentro de nuestro deporte".
El senador australiano y ex Wallaby David Pocock agregó: "Lo que este informe muestra poderosamente es que abordar el cambio climático no es algo "agradable". No puede ser un problema del que nos preocupamos tardíamente. El cambio climático es una amenaza existencial para el deporte que amamos. Mientras lees este informe, encontrarás que ninguna parte de nuestro deporte permanecerá intacta bajo estos escenarios de dos grados más. Espero que este informe garantice que las mentes de los responsables de gobernar nuestro deporte se centren en este desafío. No podemos no hacernos cargos; todos tenemos un papel que desempeñar”.
Una serie de recomendaciones disponibles para todos los involucrados de rugby que ya están en movimiento
El estudio concluye con una serie de seis recomendaciones para mejorar la resiliencia del rugby al cambio climático junto con la orientación y los estudios de casos para inspirar acciones positivas.
Entre las seis propuestas, ya existe un llamado para que todas las partes interesadas del rugby, desde clubes hasta propietarios de competencias, desarrollen e implementen planes para reducir los impactos ambientales del rugby y apoyen a otros a adoptar un enfoque similar. Uniones y clubes profesionales como Munster Rugby o Northampton Saints ya han desarrollado su propio plan, mientras que el Plan de Sostenibilidad Ambiental 2030 de World Rugby, publicado en cuatro idiomas, puede servir como un plan para que otras organizaciones de rugby de todo el mundo adopten. La federación internacional también comenzó en 2024 una serie de talleres de sostenibilidad con sus uniones miembros y asociaciones regionales para proporcionar orientación y herramientas para implementar esta propuesta.
Otra recomendación propone la investigación sobre la adaptación y modificación de las prácticas de rugby, las leyes, las reglamentaciones y las especificaciones de eventos para hacer que el deporte sea más resistente. Si bien esto requerirá tiempo e inversión, el cambio ya está a la vanguardia del plan de acción del organismo rector con el lanzamiento de nuevos formatos de rugby sin contacto, el T1 Rugby para hacer al deporte más accesible en diferentes condiciones (por ejemplo, campos secos) y estudios presentados durante el reciente Simposio de Bienestar del Jugador que actualmente está buscando introducir nuevos lineamientos para el calor, adaptado a temperaturas más elevadas.
La sugerencia final pide a las organizaciones de rugby que promuevan y apoyen las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático a nivel local, un paso necesario para equipar a todos los involucrados en el juego y mejorar su resistencia. Los expertos mundiales en césped consultados para el informe son unánimes en la necesidad de adaptar las superficies de juego a las condiciones cambiantes, principalmente para climas más cálidos y/o húmedos, y las pautas de césped natural de World Rugby ya ofrecen una guía útil sobre las mejores prácticas y los tipos de césped recomendados basados en especificidades climáticas.
Iniciativas como Rugby for Nature presentado a las comunidades de rugby a nivel mundial para salvaguardar el entorno natural y la biodiversidad dentro y alrededor de las instalaciones de rugby demuestran cómo los órganos rectores y las uniones miembros pueden apoyar las iniciativas locales con recursos prácticos adaptados a la realidad del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La federación internacional tomará lo presentado en el informe para informar su planificación a largo plazo, incluyendo la organización de futuros SVNS y Rugby World Cups mientras continúa trabajando con las partes interesadas para hacer que el deporte sea más resistente para el futuro.