Jorge Braceras, miembro del primer equipo de Gerentes Regionales de Desarrollo de World Rugby (entonces conocida como el International Rugby Board) que comenzó a funcionar a principios de siglo, falleció a los 80 años en Buenos Aires, Argentina.
El ex internacional y un gran pensador del juego, Braceras dejó un gran legado en el rugby. Jugó para el primer equipo de su club, Alumni, durante 20 temporadas del rugby de Buenos Aires, mientras trabajaba como Profesor de Educación Física en varias escuelas. Fue el primer Gerente Nacional de Desarrollo de la Unión Argentina de Rugby y, más tarde, como Gerente de Desarrollo Regional de Sudamérica para el IRB.
“Nos inundaron de mensajes de gente que conocíamos y de muchos que no conocíamos, fue muy emotivo. Sabíamos que era muy querido, pero nunca pensamos que tanto; dejó una huella que no imaginábamos”, dijo Tomás, el mayor de tres hijos que Jorge tuvo con el amor de su vida, Lola.
Apodado Yankee ya que pasó su último año escolar en los Estados Unidos, donde jugó al fútbol americano, Braceras tomó el rugby a su regreso a Argentina, un deporte que su padre, un miembro de las Fuerzas Armadas, había jugado.
En 1966, llegó a Alumni, donde hizo su debut en el primer equipo al año siguiente, donde jugó durante las siguientes dos décadas.
Su debut internacional fue en 1971 como tercera línea, aunque Braceras pasó la mayor parte de su carrera como hooker, hasta su último test en 1977 contra Francia (en la foto).
Un humilde servidor del juego
Como Profesor de Educación Física, organizó innumerables giras de rugby y también dejó una marca en sus alumnos. Siempre fue positivo, amigable y muy humilde. “Estaba muy orgulloso de haber jugado para Los Pumas, pero no lo comentaba. Uno de sus alumnos me dijo en su funeral que solo descubrió que papá había jugado para Argentina 10 años después de haber sido su alumno”, recuerda Tomás.
A la misa en su honor asistieron la mayoría de su antiguo club y compañeros de Los Pumas.
En 1996, se convirtió en el primer Gerente Nacional de Desarrollo de la Unión Argentina después de un largo proceso de selección y cuando World Rugby celebró sus primeros Awards en 2001, fue reconocido con el primer Premio de Desarrollo, que tuvo en su habitación hasta el día de su muerte.
Ese mismo año, fue contratado por el IRB, como uno de los primeros ocho gerentes de desarrollo regionales, un equipo de ensueño que incluía a Lee Smith, Pierre Villepreux, Robert Antonin y Tom Jones, su colega en América del Norte.
"Todos lo conocían, no hay un hombre que amara al rugby y se preocupara más por el rugby que Jorge Braceras", dijo Jones desde Calgary. “Era la persona más cariñosa, amaba a su club y a sus hijos. Su vida giró en torno a su club, su familia y el juego".
Habiendo viajado mucho por Argentina, comenzó a llevar su vasto conocimiento y entusiasmo a América del Sur y más allá.
"Ese equipo de RDM (dirigido por el ex internacional galés y de los Lions Geoff Evans) fue una reunión extraordinaria de gente de rugby que proporcionó un gran conocimiento técnico en los primeros días del proceso de inversión de World Rugby en las bases", agregó Jones.
"Siempre fue un placer participar en discusiones bien informadas con esas mentes de rugby que realmente se preocupaban por el juego y cómo se juega."
“Jorge era una persona completa y fantástica que se preocupaba por las personas. Solo podrías quererlo."
Su legado de rugby es enorme, empujando también el rugby femenino y siempre feliz de enseñar y trabajar con entrenadores".
El legado de Braceras vive en Felipe, su nieto mayor, que juega con un estilo parecido al de su abuelo, en la M16 de Alumni.