Recuerdo imborrable
Por la RWC 2023 pasó un equipo de Nueva Zelanda que no era candidato claro en la previa del torneo, apoyando 49 tries (19 más que cualquier otro equipo) y contribuyendo plenamente a una final notable. La victoria por cuatro puntos en cuartos de final sobre el entonces número uno del mundo, Irlanda, fue un momento destacado, al igual que el impecable juego del centro Jordie Barrett y los múltiples tries del wing Will Jordan. Pero en última instancia, el recuerdo perdurable será el dolor del equipo con el silbato final del último partido.
Try del torneo
Con ocho para elegir, incluyendo un magnífico try para sellar su hat-trick contra Argentina en la semifinal, es el primero de Jordan contra Uruguay durante la fase de grupos el que se lleva el premio. Destacando a los All Blacks en su mejor momento, el multifacético Damian McKenzie (probablemente titular en la mayoría de los demás equipos del mundo) recuperó su propio kick sobre el touch antes de hacer un pase increíble con una mano para que Jordan se vaya al try debajo de los postes.
Lo que dijo
"Sería bueno quitarle algo de potencia a esa bomba, ¿no?", el entrenador de forwards de Nueva Zelanda, Jason Ryan, no pudo cumplir su deseo de desactivar el escuadrón de suplentes sudafricanos.
Hombre del momento
He's joined some big names on eight tries in a single Rugby World Cup men's tournament.#RWC2023 | #AllBlacks
— All Blacks (@AllBlacks) October 22, 2023
El brillante Jordie Barrett quedó cerca, pero solo puede ser Jordan. En su primera Rugby World Cup, el jugador de 25 años igualó el récord de ocho tries en un Mundial, subiendo al mismo pedestal que grandes jugadores de todos los tiempos como Jonah Lomu (1999), Bryan Habana (2007) y Julian Savea (2015). Y también hizo gran parte de su trabajo cuando realmente importó: anotó en la titánica pelea de cuartos de final contra Irlanda y logró un hat-trick en la semifinal contra Argentina, además de cinco tries en tres partidos de la fase de grupos.
Uno para el futuro
Menciones honoríficas para los delanteros relativamente novatos Ethan de Groot (25) y Tyrel Lomax (27), cuyo regreso a mitad del torneo tras una suspensión y una lesión respectivamente, coincidió con una nueva solidez en el pack de los All Blacks. Pero el premio es para Leicester Fainga’anuku. Después de un hat-trick contra Uruguay y un try crucial contra Irlanda, tuvo que ceder su lugar al regreso de Mark Tele'a en la semifinal y la final, pero con tan solo 24 años, el wing podría competir con Tele'a y Jordan por el protagonismo en los años venideros.
Desde el touch
No es exagerado decir que los All Blacks siempre tendrán un hogar en Lyon. El equipo de rugby más reconocible del mundo hizo de la ciudad, conocida como el "ombligo de Francia", su base durante toda la fase de grupo, con jugadores visitando hospitales y escuelas, donando un banco especialmente tallado a la ciudad y, para deleite de los lugareños, recorriendo la ciudad y sus restaurantes de fama mundial en scooters eléctricos.
Estadística clave
Sólo una estadística será realmente importante para Nueva Zelanda. Pero a pesar de permanecer estancados en tres títulos en Rugby World Cup, sus fanáticos deberían encontrar consuelo en la excelente ofensiva del equipo en su camino hacia la final. Antes del partido decisivo, los All Blacks contaban con la mejor eficiencia en la zona roja (un promedio de 3,89 puntos por entrada a los 22 metros rivales), la mayor cantidad de quiebres de línea (13,5 por partido) y la mayor cantidad de acarreos sobre la línea de ganancia (84,5 por partido, siendo líderes del torneo con un 61%). Al final no fue suficiente para detener a los implacablemente eficientes Springboks, pero fue genial verlo.
Veredicto del editor
Una quinta aparición récord en la final, fue testimonio de un equipo que alcanzó su punto máximo en el momento justo. La victoria en cuartos de final contra los irlandeses será por siempre uno de los mejores partidos de las fases finales de la Copa Mundial de Rugby; el esfuerzo con 14 hombres durante gran parte de la final para a acercarse tan cerca del objetivo, fueron inolvidables. Al final, Sam Whitelock, después de un récord de 153 partidos internacionales, no obtuvo el cierre que quería. Liderado por jugadores jóvenes como de Groot, Jordan y Fainga’anuku, sin mencionar a los hermanos Barrett, el futuro sigue siendo brillante.