Recuerdo imborrable

El tackle de Matías Moroni sobre el wing Louis Rees-Zammit cuando parecía que el triunfo en cuartos de final del torneo en Marsella quedaba para los galeses fue tan definitorio que ya es parte del rico folclore del rugby argentino. Moroni cruzó la cancha y cuando su rival ya estaba en el aire relamiéndose con lo que sería el try ganador al minuto 74, lo empujó hacia afuera evitando la caída de su ingoal y la derrota.

Try del torneo

En el mismo partido de cuartos de final, Nicolás Sánchez, que había ingresado a once minutos del final, leyó un ataque galés, interceptó la pelota en la mitad del campo y corrió debajo de los postes para marcar el try que aseguró el triunfo, pasando de 19-17 al 26-17 con que finalizó el partido. El primer compañero que llegó y se lanzó sobre el apertura fue su cuñado Mateo Carreras en el comienzo de una gran celebración del equipo.

Lo que dijo

"Lo positivo fue la gente que nos acompañó. En los siete partidos nos sentimos locales. La gente que no pudo venir también se hizo sentir. Adonde nos toque jugar, siempre hay argentinos. Eso es lo mejor que nos puede pasar,” dijo el capitán Julián Montoya después del último partido de su equipo. El agradecimiento a su público fue constante.

Hombre del momento 

El joven tercera línea Juan Martín González, que será por siempre recordado en las redes por el lineout contra Inglaterra en que sus compañeros lo lanzaron al aire, confirmó que es uno de los mejores del mundo. Jugó los siete partidos y en todos entregó su 100%. Tiene la categoría y la personalidad para un día ser el capitán del equipo.

Uno para el futuro

Siempre que tocó la pelota, el wing Mateo Carreras generó problemas para sus rivales. Confirmó el dicho de que el tamaño no es todo y en un deporte en que el físico es fundamental, su metro 73 y 84 kilogramos no fueron un impedimento para superar a rivales más grandes.

Desde el touch

El apoyo del público argentino fue de lo mejor del torneo. Ruidosos, coloridos y con cantos constantes, los miles de “hinchas” de Los Pumas fueron el jugador número 16 de un equipo que siempre les entregó su corazón.

Estadística clave 

Los 92 tackles de Marcos Kremer en el torneo hablan de un jugador que siempre dio todo. Lideró la cantidad de tackles en el torneo y su seguidor más cercano fue Ben Earl que realizó 80. Jugó los siete partidos, todos los minutos, salvo la última media hora contra Chile. Es el compañero que todos quieren tener y el rival que nadie quiere enfrentar.

Veredicto del editor 

Argentina, después de un comienzo desalentador frente a Inglaterra en la primera fecha, se fue recomponiendo y se quedó hasta el final del torneo. Su sueño era jugar la final, pero se encontraron con los All Blacks en el camino. El rugby argentino sigue dando que hablar y una vez más, como en las RWC de 2007 y 2015, volvió a ganarse su lugar entre los cuatro mejores equipos del mundo.