Un recuerdo imborrable
Los tan esperados enfrentamientos con los tres veces campeones All Blacks y el anfitrión Francia quedarán grabados en la mente de los jugadores y fanáticos italianos, pero por todas las razones equivocadas. Los ánimos estaban en su punto más alto después de una prometedora campaña en el Seis Naciones 2023, un crecimiento general durante los dos años con Kieran Crowley como entrenador y las victorias contra Namibia y Uruguay al inicio del torneo - aunque quizás los comienzos lentos en ambos partidos podrían haber sido advertencias. Al final, la falta de capacidad para competir físicamente y la pérdida de las batallas en el breakdown los dejaron expuestos contra los dos pesos pesados del Grupo A.
El try del torneo
El de Ange Capuozzo contra Nueva Zelanda fue un típico remate brillante y provocó el rugido más fuerte de la noche por parte del público presente en Lyon. Sin embargo, se lleva el premio el try que el incansable Michele Lamaro le marcó a Uruguay recién comenzado el segundo tiempo. Bajo mucha presión y con un marcador en contra por 17-7 en el entretiempo, Italia necesitaba un chispazo y no fue sorpresa que llegara de parte de su capitán. El avance de Lamaro a corta distancia provocó cuatro tries en 15 minutos y una muy necesaria victoria para Italia.
Declaraciones que lo dicen todo
"Estamos donde todos esperaban que estuviéramos, terminamos en tercer lugar en la tabla. Podríamos haber jugado un partido diferente y quizás haber mantenido más cerrado el marcador, pero ese no es el partido que nos habría dado la oportunidad de ganar".
El entrenador Kieran Crowley ha ganado muchos admiradores durante su tiempo al mando del rugby italiano y nunca se apartó de su estilo de juego enfocado en tener la pelota en mano. El hecho de que el neozelandés deje el puesto, lo cual fue anunciado antes de la Copa Mundial, puede haber sido un factor contribuyente en las desarticuladas actuaciones finales, pero en última instancia, Crowley sabe exactamente en qué están fallando los italianos: "Los equipos en la cima tienen un juego basado en la potencia. Si querés tener mucho éxito, vas a tener que tener potencia".
El hombre del momento
En medio de la oscuridad, Tommaso Allan brilló con luz propia. El hombre cuya madre también representó a Italia se paró frente a los palos 16 veces, y en las 16 patadas envió la pelota directo entre los postes. "Es bueno", dijo Allan sobre su tasa de éxito del ciento por ciento, antes de agregar: "Pero obviamente lo cambiaría por un lugar en los cuartos de final”.
Uno para el futuro
Lorenzo Cannone, el joven de 22 años que ha sido parte permanente del equipo desde su debut en 2022, está en el centro de todo lo que llevó a Crowley a decir la siguiente frase en su última conferencia de prensa como entrenador de Italia: “Ya lo dije antes, me gustaría sacar adelante a este equipo. Creo que el próximo Mundial es nuestro ciclo... En el próximo torneo muchos de estos jugadores tendrán 60, 70 caps".
Desde el touch
Como parte del Grupo A, Italia afrontó un enorme desafío desde el principio, pero nadie podría acusarlos de no haber hecho el esfuerzo de intentar competir contra dos de los favoritos a levantar la Copa Webb Ellis el 28 de octubre.
Los italianos intentaron conectarse con los lugareños en su base de Bourgoin-Jallieu llevando a cabo entrenamientos abiertos regularmente. Como resultado, cientos de niños franceses entonando el himno no oficial del rugby italiano, "L'Italiano", se convirtieron en una ocurrencia regular y muy valorada. Después, en un intento de superar la derrota ante los All Blacks, el entrenador Crowley invitó a todos sus jugadores a escribir sus reflexiones internas y luego quemarlas juntos en un fuego ceremonial.
Si bien podrías decir que ninguno de los métodos funcionó -alguien bromeó diciendo que los italianos tendrían que plantar un nuevo bosque después de la derrota ante Francia- ciertamente agregaron mucho color a la Rugby World Cup 2023.
Estadísticas clave
Velocidad en el ruck, velocidad en el ruck, velocidad en el ruck. Antes de cada partido, los oponentes de Italia mencionaban la envidiable habilidad del equipo para sacar la pelota. Pero saberlo y ser capaz de detenerlo resultaron ser dos cosas diferentes. El seleccionado italiano llegó a su último partido contra Francia con la velocidad promedio de ruck más rápida del torneo, con 3.13 segundos, y aún en medio de la derrota por 60-7, lograron sacar la pelota más rápido que el equipo local.
Veredicto del editor
A pesar del desalentador final de la era Crowley, el nuevo entrenador Gonzalo Quesada tiene mucho sobre lo que construir. El núcleo de un equipo vibrante, joven y ofensivo está ahí, y este grupo aprenderá mucho de sus experiencias en Francia. La velocidad, la habilidad y la brillantez del factor X, por no hablar de los implacables tiros a los palos, están en su sitio. Si Quesada, reconocido ex entrenador del Stade Français, puede añadir más potencia y un poco de juego físico y aguerrido, este equipo podría cumplir las predicciones de Crowley y llegar lejos dentro de cuatro años.