Con padres que representaron a sus respectivos países en atletismo en los Juegos Olímpicos, los genes de Anne-Cécile Ciofani apuntaban a un éxito deportivo.
Aun así, nunca soñó lo que vendría al jugar rugby por primera vez a los 18 años hace casi una década, mucho menos que sería elegida Jugadora de Sevens del Año de World Rugby junto a conos como Charlotte Caslick y Michaela Blyde.
Ciofani, destacada en el equipo francés que ganó el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, fue sorprendida por la ex campeona mundial con Inglaterra Danielle Waterman, que le anunció que había sido elegido por encima de las nominadas Sarah Hirini de Nueva Zelanda y las fijians Alowesi Nakoci y Reapi Ulunisau, además de entregarle una carta de felicitaciones del Presidente de World Rugby Sir Bill Beaumont.
“No lo esperaba. Estaba en una categoría con grandes jugadoras," dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
🥉🥉🥉 Bravo les filles ! 👏 #Dubai7s #France7 pic.twitter.com/rQwSaBrM0t
— France Rugby (@FranceRugby) November 27, 2021
Trabajo en equipo
Al ser nombrada la mejor de 2021, Ciofani, 28, rompió un dominio oceánico en este premio que se remonta al comienzo de este premio en 2013.
Fiel a su estilo, lo primero que hizo fue reconocer a su equipo por el logro.
“Estoy orgullosa de representar a mi país y a todos los años de trabajo como equipo. Tenemos un gran staff que nos permite perforar y disfrutar estar juntas," dijo.
"Todo se debe al trabajo en equipo; estuve allí de principio a fin. Trabajamos tan bien en estos últimos años y se nota el progreso. Es el trabajo de equipo."
Como ex atleta, Ciofani se volcó al rugby a una edad tardía; está feliz con la decisión e invita a otras a seguir su camino.
"Hay que creer en una misma y en los sueños; no necesitan jugar en el seleccionado para sentir los valores centrales que compartimos y amamos. Siempre será una gran experiencia."
En la familia
Tras regresar de su primer Juego Olímpico con una medalla de plata, Ciofani ahora quiere estar en el plantel para París 2024.
Sin fans en las tribunas de Tokio, los padres de Ciofani no pudieron acompañarla; ellos ya estuvieron en los Juegos como atletas.
Su padre Walter Ciofani terminó séptimo en lanzamiento de martillo en los Juegos de 1984 representando a Francia mientras que su madre Jeanne Ngo Minyemeck compitió para Camerún en disco cuatro años después.
Tenerlos en las gradas sería todo para Ciofani.
“Más allá de mis sueños, poder competir en un Juego, frente a mis padres y que estén orgullosos," dijo.
“Es algo que pocos pueden vivir. Una gran oportunidad y espero poder tener mi mejor nivel y lo mismo para el equipo en los Juegos Olímpicos."
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