La celebración de Fijiana por su histórica medalla de bronce en Tokio 2020 incluye comer una torta en el tramo final a casa al ser invitadas a la clase ejecutiva de su vuelo desde los Juegos Olímpicos.
Rusila Nagasau y sus compañeras olímpicas deberán pasar dos semanas en cuarentena antes de poder celebrar con familias y amigos, a quienes no han visto desde abril.
Ingresaron al aislamiento felices de que el éxito conseguido en Japón podría ser transformador para el rugby femenino en Fiji.
Vinaka on behalf of a grateful nation.🇫🇯 pic.twitter.com/wmYjS95rZb
— Fiji Airways (@FijiAirways) August 11, 2021
Hace cinco años, con el octavo puesto en Río 2016, el país experimentó un crecimiento en la cantidad de mujeres y niñas queriendo jugar sevens.
Al ser las primeras mujeres en ganar una medalla olímpica, todo indica que el impacto será aún mayor.
“A partir del bronce, recibí cientos de llamados de chicas en Fiji y fijianos en el extranjero que quieren sumarse a Fijiana," dijo la coach Saiasi Fuli a Radio New Zealand la semana pasada.
“Es el impacto positivo al torneo olímpico, motivando y alentando a las niñas en Fiji a que tomen el rugby sevens y elevar la cantidad de jugadoras en el país."
‘Increíble hisstoria’
Así lo ve Chris Cracknell, entrenador de Fijiana en Río. “El premio y reconocimiento es fantástico," le dijo a World Rugby.
“Volver con la medalla muestra lo que se ha crecido."
"Es inspirador, no solo para las niñas en las islas pero si miramos en profundidad, debería inspirar a todas las niñas del mundo, con las historias de cada una, de donde vienen, lo que debieron superar y el empuje que tuvieron para sus logros."
La capitana Nagasau, que empezó por una amiga en 2007, había comentado en su momento los "comentarios" que debieron soportar por animarse a jugar lo que se consideraba un deporte masculino.
Cracknell, asistente de Ben Ryan con los varones y luego director de rugby femenino a la par desde 2015, sintió esa negatividad.
"Mi segundo entrenamiento se hizo en la universidad porque hasta ese momento, las chicas no habían podido estar en un ambito full-time," dijo.
“A las chicas las molestaban desde afuera durante la sesión. No era necesario hablar fijiano, aunque se notaba qué les decían."
Cracknell agregó: “La actitud de las chicas fue la de empujarse, y demostrarle a la gente; se medían con los varones y querían emularlos, aunque dejando su nivel y cambiando la percepción de deporte y rugby femenino en el país."
Empoderando la mujer en Fiji
Las jugadoras pudieron mostrarse en Río, terminando en octavo lugar; a pesar del crecimiento el equipo comenzó a tener dificultades en el World Rugby Sevens Series.
Leading from the front 💪
— World Rugby Sevens (@WorldRugby7s) August 5, 2021
Happy Birthday to the Fijiana's inspirational captain, Rusila Nagasau 🇫🇯#Rugby7s | @fijirugby pic.twitter.com/j7ltFscoJN
Allí se sumó Fuli como coach y la red de captación de mujeres se extendió, sumando nuevas jugadoras y recuperando a otras, armando estructuras de cada a los Juegos.
Se puso especial énfasis en la dieta, eliminando carbohidratos, azúcar y leche - salvo una comida por semana - mientras que los teléfonos celulares solo se podían usar los fines de semana.
Las restricciones y la complicada situación en el país por el COVID-19 obligó a que el plantel estuviera en burbuja desde abril.
Fuli temía que la falta de competencia doméstica podría afectar las chances de Fijiana en Tokio. Tan solo cuatro equipos, dos conformados por las jugadoras del seleccionado de quince, jugaron en la Fiji Rugby Super Sevens Series a principio de año.
La primera señal de que el plantel podría ser competitivo en Tokio se vio en el Oceania Sevens en Townsville en junio, derrotando a las campeonas olímpicas australia y empujaron a Nueva Zelanda.
Para varias jugadoras, el viaje a Australia fue la primera vez que se subían a un avión. A pesar de los desafíos de viajar internacionalmente durante la pandemia, no pareció afectar el desempeño del equipo al entrar al campo de juego en el Tokyo Stadium.
Fiji comenzó con una ajustada derrota ante las eventuales medallistas de plata, Francia, luego derrotando a Canadá que había terminado en tercer lugar en Río.
La ex jugadora de céstobol Reapi Ulunisau, sin experience en el circuito, apoyó cuatro tries (record olímpico) al derrotar a Brasil 41-5 antes de que volvieran a derrotar a Australia en cuartos de final.
Ulunisau también apoyó en la semifinal ante Nueva Zelanda, partido que las Black Ferns Sevens ganó en muerte súbita.
Quedaron frente a Gran Bretaña jugar por la medalla olímpica. "En 2016, perdimos con Gran Bretaña en cuartos de final y fue doloroso," recordó Viniana Riwai, una de las sobrevivientes de Río.
“Me puse como meta vengar esa derrota en Tokio." Dos tries de Alowesi Nakoci ayudaron en la victoria que sirvió la medalla.
“Fue en logro enorme, masivo. El esfuerzo de las chicas fue monumental después de un duro, duro recorrido," dijo Fuli al obtener el bronce.
"A largo plazo, necesitamos promocionar y desarrollar el rugby para que más chicas lo tomen como su deporte."
“Este es el impacto que empujará a que más niñas jueguen rugby en Fiji. Ese ese el mensaje que le doy a las niñas - debemos alentarlas y empoderarlas."
En ese sentido, el rugby tiene en Fijiana embajadoras fantáscticas.