Veintidós equipos de los cuatro rincones del mundo están en el Principado de Mónaco para el World Rugby Olympic Sevens Repechage entre el 18 y 20 de junio, con dos obetivos: clasificar a Tokio 2020 y respetar a rajatabla los límites de la burbuja sanitaria.
El idílico escenario en este pedazo de roca encerrado entre montañas y mar se convirtió para el torneo de rugby en una sellada burbuja, muy diferente al torneo en la misma ciudad poco antes de Río 2016.
Lo único en común es la clasificación olímpica al final de todo - dos plazas de mujeres que surgirá de doce equipos y un lugar masculino a definirse entre diez equipos.
J-2 avant le début du Tournoi de Qualification Olympique pour @Tokyo2020fr à Monaco | @FranceRugby pic.twitter.com/aClGRbhrTB
— World Rugby FR (@WorldRugby_FR) June 16, 2021
Hace cinco años, los equipos podían moverse con libertad, aprovechando la belleza del sur de Francia para entrenar en las mejores condiciones y disfrutar del escenario. La playa por un lado y la posibilidad de ir a visitar la tumba donde yace, en Mentor, William Webb Ellis, considerado el inventor del rugby.
Estricto protocolo
Nada de esto sucederá este año. Los equipos están bajo un estricto protocolo que todos deben respetar. La llegada de los equipos fue gradual, sea por avión o tren. Tan pronto llegaron, las delegaciones realizaron un test de PCR en el centro de análisis del Principado.
"Estos días fueron tranquilos," dijo una enferma a principios de semana antes de recibir a los grupos de deportistas. En la espera del resultado, de doce horas, nadie podía salir de las habitaciones y su comida se dejaba en la entrada de las mismas. Un mensaje de texto fue la confirmación de que podían dejar el encierro.
La directora de torneo Dee O’Sullivan y los equipos fueron muy cuidadosos de no hacer nada que rompiera la burbuja sanitaria que tanto costó levantar. Los equipos se dividieron en dos hotels, distantes 800 metros uno del otro.
El principal centro de práctica, el Stade Didier Deschamps, está a 200 metros de uno de los hoteles y al lado está el Stade Louis II, sede del torneo. Una calle separa ambos y estará cerrada el fin de semana.
Máscaras al 100%
Las delegaciones - equipos y staff de World Rugby - deberán respetar el uso de máscaras todo el tiempo, sin excusas. "Salvo cuando los jugadores estén en acción en el campo de juego o cuando duerman," insiste Dee. De obstruirse el protocolo, las consecuencias podrían ser desastrosas.
Se invita a todos a no cruzarse con "gente" que trabaje en el ámbito monegasco para evitar el riesgo de contaminarse. Si bien la incidencia de contagio en el Principado es baja (44.3 cada 100 mil habitantes, aunque creciendo), sigue habiendo circulación del virus y el Gobierno local pidió la mayor cautela. "Relajar las restricciones no significa relajación total," dijeron a principio de semana.
Fuera del campo de entrenamiento, los equipos deben evitar interactuar con otros equipos o gente no afectada al torneo, llenando su tiempo con videos, reuniones, precalentamientos, enfriamientos, análisis...
Los días de partido, se mantendrían en la burbuja, lejos de la prensa y simpatizantes que, aunque pocos, podrán ir al estadio siempre que tengan PCR negativo. Testeados regularmente, los atletas y oficiales serán analizados al momento de la partido - el mismo domingo a la noche para algunos.
Si bien el protocolo es estricto y severo, es el precio a pagar para poder llevar adelante un torneo sin inconvenientes y que la llama olímpica sigue encendida.
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