Hasta último momento, estuvo en riesgo la participación del equipo de Madagascar en Mónaco. No fue tanto por la salida de su país pero más que nada el regreso una vez que termine el torneo. Por suerte, las Makis Sevens están acostumbradas a superar dificultades y enfocarse a pesar de un ámbito complicado - esto las hace más fuerte y las motiva a tener éxito.
"Están acostumbradas a tener problemas de último momento con el transporte, dice Frédéric Dumant, ex jugador M20 de Racing 92, que ahora es consultor en marketing de la Unión de Rugby de Madagascar y que trabajó muy cerca de World Rugby y las autoridades para que el equipo pueda estar en el World Rugby Sevens Repechage tournament en Mónaco.
Espíritu indomable
Esta será la segunda vez que las Makis participan de la repesca, la previa en Dublín en julio de 2016. "Comparadas con las chicas europeas, oceánicas y asiáticas, juegan muy poco; solo un fin de semana de competencias," explica Dumant.
“No es sencillo jugar en África. Lo ideal sería jugar en Estados Unidos o Oceanía, pero financiera y logísticamente es extremadamente complicado."
Madagascar pudo organizar un campo de entrenamiento en Japón, en septiembre de 2019, con el equipo colombiano; el destino quiso que Colombia y Madagascar jueguen en el Grupo C, junto a France y Hong Kong, tres rivales grandes.
“Las Makis no tienen un gran tamaño pero son rápidas y juegan un estilo abierto. Todavía tenemos un margen en el juego con el pie y en defensa," dice Dumant.
El equipo tiene claro cuales son las fortalezas y debilidades y quieren ser realistas para Mónaco. "Allí, brillaremos más que en Dublín," continua. "Haremos grandes cosas en Mónaco. Es una nueva generación de jugadoras y eso es bueno para el crecimiento del grupo. Eso es lo que importa."
"Nadie espera nada de los Juegos Olímpicos, salvo jugar contra mejores equipos. Estamos todos convencidos de que debemos progresar."
2020: Oportunidad de recomenzar
El staff y la unión están apuntando más alto y lejos que nunca antes. Antes de no lograr la clasificación al Challenger Series, Madagascar también quedó fuera de Rugby World Cup 2018 – el equipo sigue en carrera para participar en la próxima edición en Sudáfrica el año pasado.
Un campamento de preparación, el Rugby Africa Solidarity Sevens, con Kenia y Túnez en Tunis del 29 de abril al 9 de mayo, fue de utilidad para el equipo, agrega Dumant. "Sin eso, no hubiéramos tenido mucha actividad debido a que el campeonato de quince tampoco comenzó."
El equipo se reunión a principios de marzo una vez que mejoraron las condiciones de salud pública en el país. Entrenando en pequeños grupos de dos o tres permitió una recuperación gradual, seguido de dos mini torneos de clubes. Después de un año sin competencia, las Makis pudieron prepararse.
“2020 fue un año sin competencia que nos permitió hablar entre nosotros y avanzar el sevens. Todos entendieron que esta es la disciplina que puede traernos representación internacional. Mónaco será entonces el punto de partida para seguir avanzando y llegar a Rugby World Cup Sevens,” insiste Dumant.
En 2020, Madagascar debería haber celebrado 115 años de rugby. Aún si no se pudo festejar debido al COVID-19, la ambición de mejorar sólo creció.