La capitana de Francia Gaëlle Hermet cree que la actual generación de jugadores le "deben" a las pioneras del rugby internacional seguir haciendo crecer el rugby internacional.
Esta semana marca el 30 aniversario de la Rugby World Cup femenina, organizada por cuatro jugadoras de Richmond WRFC, que se disputó entre el 6 y 14 de abril, 1991.
"We deserved it and we needed it. We had four 𝙠𝙞𝙘𝙠-𝙖𝙨𝙨 women delivering it"
— Rugby World Cup (@rugbyworldcup) April 6, 2021
🏆 30 years to the day since the inaugural tournament, hear the story of the first Women's Rugby World Cup
Deborah Griffin, Alice Cooper, Sue Dorrington y Mary Forsyth enfrentó múltiplos desafíos al buscar reunir doce equipos nacionales desde Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda a Rusia en el sur de Gales.
Francia, que había jugado el primer test femenino en 1982, llegó a semifinales en el Cardiff Arms Park, donde cayeron 13-0 ante Inglaterra.
Hermet, que tendrá el fin de semana libre tras debutar en el Seis Naciones 2021 con un claro 53-0 ante Gales, dice que su plantel está motivado por lo logrado por todos aquellas que las precedieron.
“Les debemos a aquellas pioneras de los primeros torneos que lograron que el rugby sea lo que hoy es," dijo. "Su historia es muy importante."
"Tratamos de educar a las nuevas jugadoras porque es un legado importante. Podemos mirar para atrás y mirar al futuro, ver de donde venimos, adonde estamos, y donde están nuestros objetivos para el futuro."
"Son una fuente de inspiración para nosotras, y donde estamos es por la inspiración de mujeres que jugaron en aquellos comienzos."
Entendiendo la historia
Irlanda recién debutó internacionalmente en 1993, por lo que no jugó en la primer Rugby World Cup femenil.
No obstante, al igual que Hermet, la centro Sene Naoupu y sus compañeras de Irlanda comparten una relación con el pasado.
“Estamos conectadas con nuestra historia de rugby femenino y con algunas jugadoras que estuvieron en aquel primer partido jugando de visita con Escocia,"Naoupu le dijo a World Rugby.
“Nos aseguramos de conocer nuestra historia, como parte del arquetipo de lo que representa la casaca, de donde viene y todo el trabajo hecho y el significado que tuvo a lo largo de las décadas."
“Y, ciertamente, donde encajamos como equipo; cual es nuestro arquetipo para el presente y futuro con el objetivo de dejar un legado."
‘Solo podemos agradecer’
La poca cobertura mediática en aquellos primeros años del rugby internacional femenino hace que varias jóvenes hayan crecido sin conocer los hechos que le dieron forma al rugby femenino.
“Digo, hace 10 años las mujeres que crecían en el rugby no sabían con quien jugaban porque no había información o redes sociales," cuenta la wing galesa Jasmine Joyce. “Hoy es mucho más grande obviamente, con los partidos disponibles en BBC iPlayer y la BBC."
“Tenemos partidos en vivo en Facebook y hay prensa y publicidad cerca nuestro como individuos, contando nuestro recorrido. Creo que es fantástico que la gente pueda relacionarse y conocernos mejor...como personas más que jugadoras."
Joyce pudo conocer el espíritu pionero de las mujeres en los 80s y 90s al llegar por primera vez al seleccionado galés.
La miembro del World Rugby Hall of Fame Liza Burgess era entonces la entrenadora nacional; al sentarse en el Consejo de la Welsh Rugby Union a fin del año pasado; hoy sigue siendo una inspiración y modelo a seguir en la actual generación.
“Ella me asustaba, aunque cuando la conocí supe que es una gran persona," admite Joyce.
“Hizo muchísimo para nuestro juego, para el deporte; estar en el Consejo es un gran logro para ella. Sé que realmente empuja por nosotras como mujeres y para la mujer en el deporte y el rugby."
“Así que sí, ha hecho un increíble trabajo por el rugby, y sé que sigue haciéndolo. Solo puedo decirle gracias. Además, como jugadora era fenomenal."