Joost van der Westhuizen falleció en 2017, a los 45 años, pero como suele decirse, las leyendas nunca mueren.

El medioscrum de los Springboks entró en la leyenda como campeón de Rugby World Cup 1995 con los Springboks y luego gracias al coraje que tuvo para enfrentar los efectos debilitantes de la Esclerosis Múltiple.

El miembro del World Rugby Hall of Fame hubiera cumplido 50 hoy de no haber sido víctima de la cruel enfermedad. Su legado continúa a través de J9, una fundación que creó en 2021 para juntar fondos y generar conciencia de la Esclerosis Múltiple.

Como jugador, dejó una marca imborrable. En un período de grandes medioscrums como Justin Marshall y George Gregan, Van der Westhuizen sobresalía más allá de su metro ochenta y cinco de altura.

Sus corridas pegado al scrum eran un problema para las defensas, como su habilidad de usar el pie efectivamente. No obstante, se lo recuerda por su coraje como jugador y persona.

La determinación por frenar la potencia de Jonah Lomu, a como fuere, fue clave para el triunfo en la final de Rugby World Cup 1995. Nick Mallett, futuro entrenador de los Springboks, recuerda un rugby vívidamente.

"Tenía un empuje personal. Creo que nunca me crucé con alguien con el coraje que él tenía, aún entre los forwards," recuerda Mallett.

“Era un defensor increíble. Su tackle sobre Jonah Lomu, cuando surgió desde un lineout, fue probablemente el tackle del Mundial. Joost acomodó su cabeza, hombros y cuellos, cerró los brazos y frenó al All Black. Ese coraje representaba Joost." 

Combinación perfecta

Bajo Mallet, los Springboks consiguieron 17 victorias consecutivas - record compartido - a finales de los 90s cuando Van der Westhuizen todavía estaba en su pico.

“La combinación de Joost y Henry Honiball era la mejor pareja de medios del mundo cuando los entrené en 1997 y hasta el retiro de Henry en 1999," comentó Mallett.

"En su momento, no creo que había otro medioscrum que tuviera su velocidad y habilidad para derrotar a forwards pegado a rucks; se escapaba rápidamente de los alas."

"Cuando jugabas contra Joost, no podías salir volando al apertura desde un scrum si no soltaba el balón antes. Eso le daba medio segundo extra a Henry para tomar una mejor decisión o jugar plano."

"Para alguien tan alto, corría muy cerca del suelo y sabía agacharse en el tackle muchas veces. Pero todavía creo que su defensa estuvo en un nivel que no tuvieron otros medioscrums en el mundo, era como tener otro ala, tenía esa tenacidad."

"Era fantástico, un fantástico jugador para tener como jugador. No necesitabas prepararlo, solo crear una estructura para él."

Modelo

Para un joven Thinus Delport, que jugó en 16 de sus 18 caps con Van der Westhuizen, el medioscrum nacido en Pretoria fue un modelo a seguir.

"Una de las grandes cosas era su habilidad de enfocarse en los períodos realmente intensos - su enfoque era muy profesional," dijo Delport.

Después de su carrera internacional, los dos pudieron volver a disfrutar un momento de rugby antes del fallecimiento de Van der Westhuizen.

“Tuve la suerte de jugar para el equipo J9 (de leyendas mundiales) en Dubai, y estar allí con Joost y su hermano Peter," recuerda.

“Nos llevó tres años, pero pudimos ganar el Masters 10s en Dubai antes de su fallecimiento. Fue muy lindo poder darle el triunfo y celebrarlo en gran forma. Su cabeza seguía tan alerta como siempre, pero emocionaba ver sus desafíos físicos y como los llevaba adelante."

Su velocidad mental fue algo que el también campeón del mundo Japie Mulder recuerda instantáneamente.

“No diría que fue el mejor medioscrum con el que jugué; decididamente fue uno de los mejores jugadores de rugby con los que jugó," dijo el potente centro.

“Joost siempre estaba un metro delante tuyo; él y Andre Joubert, siempre pensaban ese extra. Cuando vos pensabas en hacer algo, ellos ya estaba allí."

Mulder recuerda a Van der Westhuizen por su personalidad.

Espíritu de lucha

“Fuera del campo de juego, Joost disfrutaba de la vida, siempre riendo y haciendo bromas. Éramos todos jóvenes en ese entonces, teníamos 24, 25 años, así que había tiempo para divertirse y pude disfrutar a Joost así," dijo Mulder.

"Fue un brillante jugador y un buen amigo. Era muy positivo y bueno para la moral del equipo."

“En los últimos dos años de su vida, mostró quien realmente era: un luchador. Lo amaba."

Al igual que muchos deportistas, a Van der Westhuizen le costó mucho adaptarse al 'mundo real' al retirarse.

Y, en ciertas formas, Mallett dice que su lucha con la Esclerosis Múltiple le dio el mismo nivel de foco que tuvo cuando jugaba.

"Fue casi tan duro como lo que vivió al retirarse del rugby profesional. Como él mismo lo comentó, todo estaba preparado en su vida - sabía como sería su día a día. Fue difícil acomodarse a la vida normal."

"Durante unos cinco años estuvo un poco perdido, y luego lamentablemente fue diagnosticado con la Esclerosis. En cierta medida, eso hizo que tenga que acomodarse nuevamente."

“Construyó su J9 Foundation y creo que los últimos dos años de su vida, tuvo un verdadero foco en dejar un legado no solo como jugador de rugby sino como alguien que había sufrido de una de los más horribles enfermedades debilitantes y mostró su determinación por ayudar al resto."

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