Ser entrenador de los Springboks es uno de los trabajos más duros en el mundo del deporte por la presión y expectativa que genera el cargo.

Rassie Erasmus, World Rugby Coach of the Year 2019 tenía tanta confianza en su capacidad para revertir un equipo en baja que siendo Director de Rugby de la Unión Sudafricana se convirtió en el Head Coach en 2018, tan solo 18 meses antes de Rugby World Cup 2019, en reemplazo de Allister Coetzee

La gente se preguntaba si no sería mucho trabajo. Él sabía que no.

Erasmus conocía bien el rugby sudafricano habiendo ya estado en dos ocasiones previas en la South African Rugby Union - como consejero técnico - además de haber entrenado a los Cheetahs, Western Province y los Stormers a quien llevó a la final del Super Rugby en 2010. Además, venía de dos exitosos años con Munster.

“Un año y medio antes de un Mundial es poco tiempo para un nuevo entrenador. Pero he estado en el sistema desde 1994 cuando se profesionalizó el deporte, pasando por distintas etapas. Además, al dejar de jugar, me pasé a ser entrenador," dijo poco después de ganar Rugby World Cup en Japón en 2019, por tercer vez para su país.

Recuperando el respeto

Coetzee no pudo reinventar a los Springboks y la derrotar 57-0 ante los All Blacks demostró 

cuan bajo había caído el rugby sudafricano; entre 2016 y 2017 se ganaron solo once de 25 tests.

La habilidad de Erasmus estuvo en reconocer y mantener las cosas buenas de Coetzee restableciendo además los pilares del equipo: cultura de equipo, presencia física y mentalidad ganadora que los hacía distintos.

Con un plan de juego rígido - defensa asfixiante, juego con el pie si no había opciones de ataque, Sudáfrica no se dejó llevar por las críticas en Japón; todos estaban enamorados del equipo local, pero respetaban a los Springboks.

"Erasmus tenía un plan y lo mantuvo desde el principio al final del torneo; la prensa atacaba al equipo por patear mucho, que su plan de juego era aburrido. Quién recordará cuantos kicks hizo Faf de Klerk?" se preguntaba el ex wing Akona Ndungane tras la victoria ante Inglaterra 32-12 3 en la final de RWC 2019.

Conducción

Definir a Erasmus, 47, como conservador sería un error.

Se lo consideró innovador cuando se sentaba en el techo del estadio en Bloemfontein cuando entrenaba a los Cheetahs.

El head coach de los Melbourne Rebels Dave Wessels trabajó con Erasmus en la primera etapa de su carrera y lo definió en una entrevista con RUGBY.com.au, en la previa de RWC 2019.

"Es una persona muy inteligente y súper organizada. Le gustaban mucho las estadísticas y los número de un partido. Creo que el secreto es su carisma. Lo que la gente ve cuando mira a los Springboks es un equipo que disfruta de estar entre sí y disfruta su rugby, trabajando por el compañero. Lo que logró es sacar esto gracias a su personalidad."

Wessels agregó: "El no crea las reglas; su trabajo es ganar con las reglas que le dan. A veces, se lo ha criticado por ser conservador en su juego, pero ha sido muy exitoso. Ha trabajado mucho en generar un equipo ganador y como ganar."

"Algo que Rassie consiguió fue el timing que tuvo con su escuadra para hacerlos llegar a su pico en el momento correcto."

Para asegurar que su equipo estuviera bien aclimatado antes del debut en RWC 2019 contra los All Blacks, Erasmus logró que los Springboks fueran el primer equipo en llegar a Japón para el torneo. Que fueran los últimos en irse habla del legado que dejó junto a sus jugadores.

Para convivir nueve semanas juntos, tuvo que ser divertido. Este equipo multicultural, abrazó y celebró esas diferencias.

“Quiero que los jugadores tengan la sensación de compromiso - no porque tienen medio de sus compañeros o de causar vergüenza. Que sea para no decepcionar al compañero," comentó durante su tiempo en Munster.

Mallett como mentor

Una de las principales influencias en su transición de jugador a entrenador, según Erasmus, vino de la mano de Nick Mallett y Peet Kleynhans.

Jugando bajo Mallett durante una serie de 17 triunfos seguidos, Erasmus adquirió conocimientos del juego y su astuta mente analítica. Las dotes motivaciones de Kleyhans también dejaron una impronta.

“Era profesional aunque no era tan profesional," dice Erasmus de su época bajo Mallett en los 90s.

“En poco tiempo, tienes que darle a los jugadores una filosofía particular y creo que en ese sentido, Nick Mallett era fantástico."

“También, me enseñó temas técnicos y tácticos ya que había jugado también de octavo, mi posición. Ciertamente, Nick Mallet estuvo entre los más importantes."

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