Saliendo a enfrentar a Gales en el cuarto de final de Rugby World Cup 2003 en el Suncorp Stadium, Martin Johnson no estaba 100% bien.
Tras unos días de descanso después de derrotar a Uruguay, al regresar a las prácticas había sentido una molestia en su pierna. Eso y otros factores le hacían sentir que el equipo no estaba del todo compenetrado en lo que venía.
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Favoritos a ganar el Mundial, para evitar lesiones el entrenador Clive Woodward había rotado su formación, derrotando a Sudáfrica, Samoa y Uruguay; el quince ideal no jugaba junto hacía 22 días.
“Mirándolo ahora, no habíamos jugado mucho juntos," admite Johnson, que explica: "tuve una level lesión en mi pantorrilla al volver al trabajo y no entrené el resto de la semana."
“Fue una semana rara; saber que tenía que jugar un cuarto de final pero no entrenar. No estaba tan conectado como normalmente estaría para un partido así."
“No estás entrenando y la mente lo nota. Me sentí en cierta forma desconectado con el partido por no haber estado en las prácticas, algo a lo que no estaba acostumbrado."
“Recuerdo en el comienzo del partido en Brisbane pensar que no se sentía como un cuarto de final - no sentía esa presión o ansiedad."
Inglaterra sin coordinación
“Nuestro segundo partido le había ganado con comodidad a Gales en febrero en Cardiff; no nos asustaron y eso es peligroso en un partido así."
"Hay que estar listos y atentos. Así jugamos, sin coordinación."
Remarcando esto, Jonny Wilkinson incrustó el poste con su primer, y sencillo, kick.
Rápidamente, Gales hizo un ataque peligros que no terminó en try por que el tercera línea Robert Sidoli perdió el balón a punto de apoyar. Wilkinson acertó luego un penal para el 3 a 0 parcial.
Wilko erró un intento de drop y Ben Cohen pronto se desprendió de la posesión y Gales aprovechó el balón; Shane Williams lanzó un contraataque que terminó en try de Stephen Jones. Antes del final del primer tiempo, el capitán galés Colin Charvis apoyó desde un lineout.
“Tenían jugadores buenos y nos lastimaron; no tenían nada que perder. Fue una combinación de cosas," dijo Johnson, incluido en el World Rugby Hall of Fame en 2011.
“No me preocupaba el 10 a 3 abajo al que fuimos al descanso porque tenía confianza en que podíamos sumar puntos, pero no habíamos sido eficientes o jugado bien, y estábamos cansados por el calor y la humedad."
Los hinchas gales enciman gritaban cosas al equipo inglés.
Recuperación inglesa
Johnson no quería terminar sus diez años de carrera internacional. "Hubiera sido el mayor desastre inglés de la historia," recordó esta semana.
Inglaterra pudo recuperarse en el entretiempo y el ingreso de Mike Catt ayudó a encontrar el equilibrio que faltó en la primera etapa.
A los tres minutos de comenzar el complemento, el full-back Jason Robinson rompió la defensa desde su línea de 10 metros, superando cinco defensores antes de pasar a Will Greenwood para el try.
“El descanso nos revivió," dijo Johnson.
“Sumamos rápidamente. En momentos así se necesitan jugadores como Jason y su capacidad de quiebre."
Wilkinson empató con la conversión desde el costado, un golpe del que Gales no pudo recuperarse.
Dentro de los ocho minutos, Wilkinson puso a Inglaterra 16-10 y otros tres penales permitieron cerrar el partido antes de una breve recuperación galesa.
“Mirando ahora, fue bueno lo que pasó porque nadie estaba contento con la actuación y eso nos puso nerviosos. Además, puso a Francia como candidato para la semifinal, algo que la gente olvida."
Inglaterra derrotó a Francia en la semifinal tras haber ido en desventaja y en la final se recuperó de un temprano try de Lote Tuqiri para derrotar al anfitrión Australia en tiempo suplementario.