AUCKLAND, 13 de octubre – Cuando Gales anuncie el equipo el jueves para la semifinal contra Francia, todo el mundo se fijará en el puesto de apertura y si Rhys Priestland será titular o no, tras sufrir una lesión en el hombro en el triunfo en los cuartos de final ante Irlanda, dejando a James Hook y Stephen Jones como posibles suplentes.

Hook insiste en que estará preparado si al final decide alinearlo el entrenador de Gales Warren Gatland. “Allí estaré si el equipo me necesita. Llevo seis o siete semanas con el equipo y ya soy familiar con las convocatorias. Si me convocan, estaré encantado.”

Hace poco el apertura de 26 años figuraba constantemente en la lista pero la llegada de jugadores más jóvenes lo ha dejado como reemplazante.

“Eso demuestra lo rápido que las cosas pueden cambiar en el rugby y pueden suceder cosas que no te esperas. Estos muchachos te siguen animando con toda la energía que tienen en la cancha y fuera de ella. Son una nueva raza de jugadores. No vienen arrastrando ningún equipaje”.

Esa nueva raza de jugadores es una de la razones principales por la que Gales llegó a su primera semifinal en 25 años y parece que tomaron la World Cup por sorpresa, incluso también a ellos mismos.

Actuaciones sin fallos

“Probablemente nos sorprendimos un poco con nuestro rendimiento aquí, pero creo que fue una sorpresa mucho más grande para otros”, dijo Hook. “Llevamos un par de años con buenas sensaciones y sacamos actuaciones sin fallos que nos dieron los resultados que queríamos”.

Al contemplar la trayectoria que llevó al equipo a la semifinal del sábado, Hook dijo que el campo de entrenamiento en Polonia fue la piedra fundamental de los éxitos logrados aquí.

“En Polonia construimos una base. Los entrenamientos que realizamos desde la madrugada hasta el anochecer, cuatro o cinco veces por día, no fueron nada agradables pero cuando te fijas en eso ahora, te das cuenta como dio sus frutos”.

“Fue duro desde el punto de vista físico, estábamos exhaustos. Nunca lo habíamos hecho antes, pero lo superamos para el bien del equipo”.

Si esos beneficios los pueden llevar a la final queda por ver, y Hook anticipa un partido duro ante los franceses. “Francia hizo un gran partido contra Inglaterra. Fueron clínicos, aprovecharon sus ocasiones, patearon bien y se mostraron fuertes desde el primer minuto”.

“Todo el mundo sabe de la elegancia y de lo imprevisibles que son. Tienen mucho talento desde el uno hasta el 15 pero hemos jugado tantas veces contra ellos para saber que podemos ganarles”.

“La diferencia no fue grande en nuestros partidos más recientes contra Francia. Unos errores pequeños nos salieron caros. Si seguimos con lo que venimos haciendo en este torneo hasta ahora y cortamos su juego, estoy convencido de que podemos ganarles”.

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