Nueva Zelanda mostró su impronta y se consagró en el Seven Series de Ciudad del Cabo. Fue un fin de semana en el que los hombres de negro pelearon y dejaron atrás todas las adversidades para quedarse con el título en la segunda fecha de la temporada. En la final, los neozelandeses vencieron 38-14 a los Pumas 7s, sin dudas la gran revelación en Sudáfrica. Argentina llevó su sueño a la definición, pero no pudo ante la jerarquía y el poder de uno de los mejores equipos del mundo.
Nueva Zelanda consiguió su primer título de la temporada, no ganaba desde Vancouver 2016. Los neozelandeses empezaron su participación el sábado en Ciudad del Cabo con una derrota contra Estados Unidos. Debieron luchar los dos días y siempre salieron con la frente en alto. Tuvieron que ganarle a Australia en el Grupo para clasificarse a los cuartos de final y, luego, en la etapa decisiva revirtieron el marcador ante Inglaterra para entrar en las semifinales y lo mismo hicieron contra Sudáfrica por un lugar en la definición. Hace ocho días, los hombres de negro habían perdido la final de Dubai contra los sudafricanos. Parece que aprendieron de aquellos errores de la semana pasada. En la gran final ante los Pumas no hubo equivalencias.
Argentina superó sus expectativas este fin de semana. El sábado se clasificó a cuartos de final junto a Inglaterra en el Grupo C tras dejar en el camino a Escocia. El domingo empezó muy bien con el éxito ante Estados Unidos, el equipo que había vencido hasta entonces a Australia y Nueva Zelanda en la zona. Los Pumas dieron una muestra de carácter en la semifinal contra Canadá con un ajustado 14-12 y mostrando la garra tan característica. Los errores defensivos fueron demasiados en la final.
España logró dejar atrás la mala imagen del sábado, cuando perdió sus tres partidos de Grupo contra Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. El domingo la historia para los Leones fue distinta: vencieron a Escocia y a Samoa y, como en Dubai en la primera fecha, disputaron la final por el Challenge Trophy. En la definición, volvieron a toparse con Australia, que increíblemente no logró meterse entre los ocho mejores, pero sí levantó el trofeo.
Sudáfrica, campeón hace una semana en Dubai, no pudo quedarse con el éxito ante su público. Su ritmo arrollador fue interrumpido por Nueva Zelanda en las semifinales, un partido que decepcionó al público de Ciudad del Cabo. La victoria por el bronce contra Canadá fue apenas un bálsamo.